Aproximadamente 19 millones de nuevas infecciones de transmisión sexual ocurren cada año en los Estados Unidos, y casi la mitad de ellas se encuentran entre los jóvenes de 15 a 24 años, según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC).

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) representan una grave amenaza para la salud pública de los estadounidenses, en particular las mujeres jóvenes, los afroamericanos, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) y las personas que viven en la pobreza o tienen acceso limitado a la atención médica. Las ETS le cuestan al sistema de atención médica de los Estados Unidos hasta $ 17 mil millones al año.

Las ETS como la clamidia y la gonorrea son las principales causas de infertilidad entre las mujeres. Estas y otras ETS comunes pueden aumentar el riesgo de transmisión del VIH tanto para mujeres como para hombres.

Hay muchas formas efectivas de prevenir, diagnosticar y tratar las ETS. Las pruebas de detección de ETS y el diagnóstico temprano son vitales para prevenir consecuencias graves para la salud y una mayor transmisión.

La detección es particularmente importante ya que muchas ETS a menudo no presentan signos ni síntomas. Los CDC recomiendan la detección anual de clamidia para mujeres sexualmente activas menores de 26 años. Los CDC también recomiendan que las niñas y mujeres de entre 11 y 26 años que no hayan sido vacunadas previamente o que no hayan completado la serie completa de vacunas, se vacunen completamente contra VPH. Para los HSH sexualmente activos, los CDC recomiendan pruebas de sangre anuales para el VIH y la sífilis, pruebas anuales de clamidia y pruebas anuales de gonorrea, con pruebas más frecuentes para los HSH que tienen comportamientos de alto riesgo.

Las pruebas de detección de ETS están disponibles en los departamentos de salud pública del condado y a través de proveedores de atención médica privados. Más información sobre las ETS está disponible en www.cdc.gov/stdd.